Un camino hacia la competitividad que tenemos que recorrer juntos con la máxima responsabilidad.

La transición hacia un modelo económico más sostenible exige no solo voluntad individual, sino una articulación colaborativa entre los principales agentes del sistema productivo: empresas, administraciones públicas y ciudadanía. La economía circular, más que una estrategia ambiental, representa una profunda transformación estructural que redefine la forma en que producimos, consumimos y gestionamos los recursos.

En este contexto, la participación de nuestra directora general, Carmen Urbano, en la mesa redonda organizada por el Heraldo de Aragón junto a representantes de Coca-Cola Europacific Partners, Iber Sostenibilidad y Desarrollo y Ariño Duglass, permitió debatir abiertamente sobre los retos normativos, económicos y culturales que afronta Aragón en materia de circularidad. Lejos de ser un mero escaparate institucional, el evento evidenció una necesidad urgente: caminar hacia un modelo competitivo basado en la eficiencia de recursos y la responsabilidad ambiental.

Una visión sistémica de la sostenibilidad

Tal y como señaló Carmen Urbano durante su intervención, “la sostenibilidad es un tema totalmente transversal, que afecta tanto a la parte medioambiental como a la económica y a la social”. Esta transversalidad implica que no basta con implantar acciones aisladas de reciclaje o compensación: es imprescindible integrar criterios de sostenibilidad en toda la cadena de valor, desde el diseño de producto hasta el final de su vida útil.

En Querqus, esta integración se manifiesta en un modelo operativo que prioriza la reutilización, reparación y reciclaje de palets de madera. Este enfoque no responde únicamente a criterios éticos, sino también a imperativos legales como el Real Decreto 1055/2022 sobre envases y residuos de envases, que introduce nuevas obligaciones para productores en el marco de la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP). En este sentido, la circularidad no es solo deseable: es, cada vez más, jurídicamente exigible.

La madera, un residuo no peligroso industrial y comercial de gran valor

El palet de madera es, posiblemente, uno de los elementos más infraestimados en la conversación sobre sostenibilidad. Y, sin embargo, representa un componente crítico en los flujos logísticos industriales. Según estimaciones de los sistemas SCRAP, la madera supone cerca del 40% del peso total de los residuos de envases industriales. Este dato subraya la relevancia estratégica de gestionar adecuadamente su ciclo de vida.

A través de la recogida, clasificación, reacondicionamiento y posterior reciclaje de palets, Querqus no solo prolonga la vida útil de estos activos, sino que contribuye activamente a la reducción de emisiones asociadas a la fabricación de nuevos productos. Además, cuando los palets alcanzan el final de su ciclo, son transformados en biomasa o materia prima secundaria, cerrando así el bucle productivo en línea con los principios de la simbiosis industrial.

El papel de las alianzas en el ecosistema circular

Más allá de las acciones individuales, la circularidad exige un enfoque intersectorial. La mesa redonda del Heraldo fue una muestra clara de que existen puntos de encuentro entre sectores aparentemente dispares. Empresas de bebidas, consultoras medioambientales, fabricantes de vidrio y gestores de residuos compartimos preocupaciones comunes y estamos alineadas en nuestra visión de futuro.

Este tipo de alianzas estratégicas no son decorativas. Cumplen un papel crucial como mecanismos de intercambio de conocimiento, buenas prácticas e innovación. En un entorno donde los marcos regulatorios son cada vez más exigentes (y a menudo complejos), la cooperación se convierte en una palanca esencial para garantizar el cumplimiento normativo y mejorar el desempeño ambiental de forma conjunta.

Responsabilidad y competitividad: un binomio inseparable

La intervención de Carmen Urbano dejó claro que “la competitividad también depende de la responsabilidad empresarial en la aplicación de nuestros recursos”. Esta afirmación resume uno de los principales aprendizajes del evento: en un entorno global marcado por la escasez de materias primas, la presión regulatoria y la demanda social de transparencia, no hay competitividad sin sostenibilidad.

La economía circular no es una carga para las empresas, sino una oportunidad para repensar sus procesos, optimizar costes y diferenciarse mediante la creación de valor compartido. Las organizaciones que asuman este paradigma no solo estarán mejor preparadas ante futuras exigencias legales, sino que ganarán legitimidad en los mercados y confianza por parte de sus grupos de interés.


En Querqus seguiremos promoviendo alianzas que refuercen nuestro #ADNCircular, convencidos de que la sostenibilidad no es un destino, sino un camino que debemos recorrer colectivamente, con responsabilidad, rigor y visión de largo plazo.

Suplemento especial sobre ECONOMIA CIRCULAR completo en Heraldo de Aragón https://www.heraldo.es/branded/empresas-ciudadanos-y-administracion-deben-caminar-juntos-hacia-un-futuro-mas-sostenible/